jueves, 25 de octubre de 2012

- Capítulo 15 -


Changmin se reclinó en su silla trasteando despistado la cuchara que se hundía en la sopa tras deslizarse por el borde del plato.

Nunca se había sentado en aquella mesa del comedor, y ni siquiera andaba cerca de la usual, pero eso era lo que había pretendido. Cuando Jaejoong asomara por el comedor se dirigiría sin dudarlo al rincón de siempre, junto a la ventana, y no le atraía la idea de hacer evidente su presencia ocupándola.

A veces levantaba un instante la mirada para ver si ya se encontraba allí y acto seguido la bajaba intentando convencerse de que aquello lo podría sobrellevar.
Deseaba tanto rebobinar y decidir no agacharse aquel día junto a él tras el crujir de los platos en el suelo del comedor...

Un solo instante lo había desmontado todo, cada paso que habían dado juntos, cada esfuerzo por mantenerse unidos sin que nadie pudiera separarlos, cada plan para lograr salir de allí, o para quedarse si eso significaba la única posibilidad de estar juntos,... todo se había hundido, en un solo instante.

Se intentó dar unos segundos de calma cerrando los ojos, pero su pensamiento le hizo evidente que aquello no era posible y, tras pasarse la mano por el rostro con un resoplo de cansancio, se enderezó en la silla desviando la mirada al fondo del comedor.

Y allí estaba quien ya no le recordaba cogiendo a desgana los cubiertos del mostrador y situándolos sin ningún orden sobre una bandeja frente a él.
Antes solo habría tenido que levantarse y, abrazándole con la justa discreción, saludarle con cariño sin poder evitar sonreír. Pero ahora le miraba desde lejos y era lo más a lo que podía aspirar.

Había conseguido que le odiase, que le detestase del modo en el que solo se detestaba a los psicólogos que tanto habían estado entreteniéndose con él, y ahora no sabía como arreglarlo.

Le observó en cada movimiento, en cada paso hacia la mesa junto a la ventana que efectivamente eligió, y siguió mirándole aún sin comprender como podían haber cambiado tanto las cosas.

Intentó hacer el amago de dejar de mirarle pero eso era pedirse demasiado, y para entonces estaba dando evidencia de ello aún con la vista perdida en las manos de aquel chico que acababa de subir su mirada encontrándose con su descarada atención.

Le miró a los ojos en un acto reflejo y como si quemara bajó la mirada sintiéndose un completo estúpido. Chasqueó la lengua en un gesto de fracaso y pretendió volcar su atención en el plato de sopa ya fría que aun permanecía intacto frente a sus ojos.

Jaejoong mantuvo su mirada en él con un deje de molestia antes de ablandar el gesto, agachando la cabeza con la vista perdida.

No había ido sobrado de paciencia en su otro encuentro con aquel chico, y creyendo que le mentía, se había levantado de su silla cambiando de mesa sin disimular que estaba harto de ser el ignorante de sí mismo por excelencia. Pero el interés que le suscitaba iba creciendo a cada minuto que pasaba, y no sabía si debía detestarle sin necesitar más motivos, o darle un voto de confianza haciendo el intento de aparcar su orgullo.
Pero tenía tanto en que pensar, y esto se añadía a la larga lista de cosas que le quedaban por ordenar dentro de su cabeza.

Cogió el bollo de pan de su bandeja y empezó a comer sin levantar la mirada tras cada bocado. Aquel día era día de visitas y ya le habían dado diez minutos para comer y presentarse en la sala correspondiente. Sabía quién era el visitante y no dudó alargar todo lo que pudo el tiempo que le habían dado. Tenía tantas ganas de librarse de los horarios de terapias y visitas que pensó que si aquella ventana contra la que ahora apoyaba la sien no hubiera cristales habría saltado por encima del alfeizar para ir a perderse el resto del día sin intención de preocuparse en dar explicaciones al volver. Pero aquella no era una de sus posibilidades para entonces y, enderezando la cabeza como si en ello tuviera que dejar todas sus fuerzas, se dispuso a levantarse.

- Vamos allá… – murmuró poniéndose en pie.
- Espera…

Una voz a apenas unos pasos de él le hizo levantar la mirada. Ahí estaba Changmin mirándole y no mirándole, ofreciéndole un cuaderno con el brazo extendido hacia él.

- ¿Qué…? – Jaejoong tomó aire dispuesto a hablar cortantemente, pero al escuchar su propia voz decidió hablar con calma, aún con menos intención que él de mirarle a la cara - ¿Qué quieres?
- Éste... – Changmin zarandeó un poco el cuaderno de dibujo -… éste cuaderno es tuyo. Creo que… tienes el mío.
- ¿Por qué iba a ser…?
- Nos sentamos en el mismo sitio – dijo Changmin casi mezclando las palabras echando un vistazo a la mesa en la que acababa de comer Jaejoong – casi siempre… Si no me equivoco el otro día, es posible que…
- Lo tengo en mi habitación. Si te acercas ésta tarde te lo devolveré. Mi habitación es..
- La 307 – terminó de decir Changmin bastándole un instante de duda.

Jaejoong le fulminó con la mirada tensando el gesto unos segundos antes de resoplar apartando la mirada de él, al ver que Changmin estaba decidido a no levantar la vista del cuaderno.

- ¿Lo coges o no? – insistió una vez más alzando un poco el cuaderno, haciendo que Jaejoong lo cogiera en un gesto rápido – Gracias.
- De nada – respondió rápidamente Jaejoong sin pensar en que se agradecía – Nos vemos.

Changmin levantó la mirada de un tirón al escuchar sus últimas palabras y agradeció que Jaejoong ya le hubiera dado la espalda para salir del comedor.
Hablar con él era intercambiar palabras con la tensión suficiente como para olvidar lo que se habían dicho segundos después.

-
-
-

Jaejoong observó, casi retrepado en la silla, los pasos de Yunho hasta que se sentó frente a él con aspecto de no recordar por que iba.

- ¿Y bien? - preguntó Jaejoong suponiendo que a continuación tocaría una conversación ensayada acerca de como le iba.
- Pues ... ¿qué tal estas? No te veía desde que ...

Yunho se detuvo pensativo. No le veía desde que ¿”volvió”?
Se había pasado semanas viéndole a diario en un estado totalmente catatónico, ignorante de su presencia, y ahora había esperado días para volver a verle.
A pesar de todo sabía que eso era lo que terminaría por hacer nuevamente. No estar cuando realmente valía la pena.

- Desde que me dio por volver al mundo – concluyó Jaejoong enderezándose para apoyar los antebrazos sobre la mesa que les separaba – Me va como siempre, estoy como siempre, y cuando me preguntes la próxima vez que vengas será más de lo mismo. Aunque todo sea que para entonces la haya palmado porque solo vienes cuando te pierdes...
- Oye, no he podido venir antes, no he tenido tiem-...
- Ya, no has tenido tiempo. No jodas Yunho ... ¿qué hacías aquí el otro día?
- ¿Cómo que el otro día?

Jaejoong rió para si con ironía volviendo a dejarse caer contra el respaldo de la silla. Tenía claro que cuando se lo mencionase, Yunho iba a negarlo, pero llegaba a molestarle que a aquellas alturas no se le diera aún bien mentir.

- ¿Sabes Yunho? No dejo de preguntarme para que vienes, que ganas con hacerlo, porque esta claro que yo no saco nada de provecho.
- Vengo porque me importas, si no eres tú, dime, que se me ha perdido aquí – comentó Yunho volviendo mas tirante su voz.
- ¿De que conoces a Shim Changmin?

Yunho casi se lamento al oír aquel nombre de boca de Jaejoong ¿Eso era? ¿Le había visto hablar con él? ¿Y cual iba a ser la excusa? Eso había sido un fallo...

- ¿De que le conoces? - volvió a insistir Jaejoong ante el silencio de Yunho elevando el volumen de su voz – No te des tanto tiempo para inventarte algo y dime la verdad.
- Le conozco por ti – murmuro Yunho sacando en claro que otra excusa no cabría en sus explicaciones – No hay otra forma.
- Sigue ...
- ¿Que siga? - Yunho tomo aire mirándolo con extrañeza.
- ¡Si, que sigas! - repitió Jaejoong haciendo retumbar la mesa bajo su puño cerrado - ¡Estoy harto de dar mil vueltas para enterarme de la más mínima mierda, y vosotros que lo sabéis todo solo habláis para mentir! ¿Cuál piensas que es mi límite Yunho?

Yunho contuvo la respiración mientras le escuchaba. Le comprendía, entendía que quisiera saber y que no hubiera nadie dispuesto a contestar a sus preguntas, pero cada vez tenía menos certeza de cual era la forma correcta de responder.
¿Debía decirle lo que sabía? ¿Tenía que callar? Y si decidía hablar... ¿le iba a creer?
Si debía de razonar antes de hablar, el tiempo necesario para ello se lo quitaba la mirada de Jaejoong sobre él, exigiendo una respuesta, y no valiéndole cualquiera.

- Jaejoong ... ¿de verdad que no sabes quien es Changmin?

Jaejoong le respondió con un silencio. No, no sabía quien era, y sentir que debía saberlo le hacia caer en la cuenta de que motivos eran necesarios para estar interno en aquel lugar.
Reparar en cuanto olvidaba le hacia sentir que su vida se borraba, y lo sintió mas fuerte que nunca cuando Yunho volvió a hablar.

- No sabes ni quien soy yo ...


Yunho sintió que se quedaba vacío. Con pocas palabras derramó lo que más le pesaba, lo que más le costaba sobrellevar, y ese peso no cayó en la nada.
Jaejoong quedo en silencio, intentando sostener lo que acababa de escuchar, intentando convencerse de que eso ya lo sabía, y de que había sido capaz de vivir con ello, pero hacer de todos unos desconocidos y, aun así, seguir confiando en compartir aun recuerdos con ellos, se evidenciaba cada vez más como mentira.

- Como si tu siguieras conociéndome... – susurró Jaejoong con la mirada clavada en la mesa – Tú eres el que viene a verme un día perdido de tantos en este agujero, el que asegura que le importo pero que me tiene demasiado rencor como para querer verme fuera de aquí ...


Jaejoong volvió a apoyar sus brazos en la mesa, levantando de nuevo la vista para Yunho que aun le miraba sin la aparente intención de tener algo más que decir.

- ¿Recuerdas la primera vez que te dije que no volvieras? - pregunto considerando el oscilar de su mirada como un “si” - Para entonces no sabía con quien hablaba, y, ya que no se con quien hablo ahora, puedes irte y fingir que te has equivocado de sala.

Yunho perdió la mirada en el espacio entre Jaejoong y él antes de bajarla. No sabía que decir para salir de la sala con la oportunidad de volver a verle. Notaba los ojos de Jaejoong sobre él echándole de allí. Se arrepentía de haber hablado sin pensar, pero sabía que ya solo le quedaba pagar el precio de su impulsividad. Había ido a visitarle y además de no haberle sido de ayuda le había echado en cara su olvido.
Había perdido, y comprendiendo esto se levantó de su silla saliendo de la sala sin dirigirse a él de nuevo.
-
-
-

Llevaba más de una hora tumbado en su cama, jugando con la sombra que hacia la llave en la pared. La alejaba y la acercaba viendo como se hacia más grande o más pequeña sobre la pintura blanca.

- Antes lo único que necesitábamos era esto…

Se puso entonces boca arriba alzando la llave en su mano, haciéndola girar sobre si misma entre las yemas de sus dedos pulgar e índice.
Algo tan simple que había sido tan difícil de conseguir ahora parecía le parecía un trasto inútil. Servía para abrir las puertas que para él estaban abiertas cuando quisiera.

Entonces se enderezó bruscamente.

- ¡Serás imbécil! – se dijo poniéndose en pie, mientras se metía torpemente la llave en el bolsillo del pantalón.

Algo había que no era posible que hubiese cambiado. Jaejoong quería salir, eso estaba claro, y él tenía la forma. Puede que no pudiera ofrecerle nada como el amor de su vida pero si como su aliado. Jaejoong se conocía el lugar como nadie, inclusive los horarios de los guardias y la situación de las cámaras de cualquier zona por la que necesitasen pasar. Su interés por él podía estar respaldado por todo esto y solo necesitaba hacer un trato con él en el que ambos parecieran dependientes del otro.

Sin dejar de darle vueltas a su último razonamiento salió de la habitación ensayando mentalmente como debía empezar una conversación, estando casi convencido a la vez de que cualquier frase planeada la dejaría sin usar ya que no sería el quien dirigiera la conversación. Estaba seguro de que se dejaría llevar por lo que Jaejoong dijera y de que tendría que evitar que diera fin a la conversación tras cruzar dos comentarios.

Ya había llegado al pasillo en el que se encontraba su habitación y no se había dado cuenta de que cada vez caminaba más lentamente. Tenía miedo, no podía negárselo a si mismo pero por una vez en mucho tiempo tenía un plan que no tenía por que salir mal.

Una vez frente a la puerta se quedo parado. Unos minutos, solo necesitaba unos minutos para repasar lo que debía y no debía decir.

- ¿No pensabas llamar a la puerta? – dijo una voz tras él – Confías mucho en mi intuición ¿eh?

Changmin se volvió hacia Jaejoong. Aquella vez vio algo en sus ojos que le facilitó no apartar la mirada. Por un instante se sintió cómodo, como solía ser tiempo atrás. Ése tono en la voz de alguien que no sabía si quería bromear o simplemente ser irónico, pero que daba cabida a la primera posibilidad al dejar asomar algo parecido a una sonrisa.

Changmin sonrió levemente encogiéndose de hombros y se apartó un paso de la puerta cuando Jaejoong se acerco para abrirla.
En los pocos segundos que tardo en ponerse frente a él, girar el pomo y entrar dejando la puerta abierta para darle paso pudo recordar lo difícil que era mantener las distancias con él. Su imagen, su aroma, su forma de moverse, todo era propio de él y como suyo lo deseaba para si.
<< No hay nadie como tú…>> dijo Changmin para sus adentros entrando y quedándose junto a la puerta abierta que Jaejoong cerró al instante para evitar que los vieran. Changmin pudo ver ahí que ese secretismo en todo lo que hacía aun seguía en él como un instinto.

Jaejoong avanzó hacia el fondo de la habitación y agachándose frente a la cama cogió el bloc que había guardado entre el colchón y el somier. Tras hacerlo se levantó girándose hacia Changmin y se acercó sin levantar la mirada, como si tuviera prisa.

- Oye…- empezó a decir Changmin mientras cogía el bloc con pausa, ganando segundos con cada gesto para permitirse reaccionar – ¿Llevas tiempo aquí verdad? Bueno, es algo que se.

Jaejoong levantó la mirada hacia él y asintió alzando las cejas, no esperando escuchar nada más que un comentario irrelevante.

- Necesito tu ayuda – resumió Changmin.
- ¿Para?
- Para salir de aquí.

Jaejoong sonrió dejando escapar un pequeño resoplo en una risa contenida.

- ¿No sabes donde estás o qué? ¿Ayudarte? ¿Tiro el muro?
- Te conoces este edificio – continuó Changmin a pesar de los comentarios de Jaejoong – Horarios de vigilancia, cámaras y…
- ¿A que vie-..?
- Escúchame ¿de acuerdo? Si tú me guías, te aseguro que podré salir de aquí aunque parezca un disparate, y te diré más, tú también saldrás.
- Escúchame tú “Shim Changmin”.


Jaejoong tensó la voz acercándose a Changmin, frunciendo el ceño por encima de unos ojos muy cansados.

- Esto está lleno de puertas, cerradas. No importa cuanto esquives las cámaras y guardias, estas puertas no se abren con horquillas. Así que si lo q-…


Changmin sonrió sin poder evitarlo cuando Jaejoong enmudeció llevando sus ojos a la llave que ahora se balanceaba frente a sus ojos.

- ¿Eso…? – comenzó Jaejoong oscilando muy rápidamente con su mirada desde la llave a los ojos de Changmin - ¿Eso es..? No…
- La llave maestra que abrirá las puertas hasta las que quiero que me guíes sin ser detenido por ninguno de esos guardias.

Jaejoong se pasó la mano por la cara aun con la incredulidad pesándole demasiado.

- ¿De dónde la has sacado? – preguntó aun sin apartar la vista de la llave.

Changmin dejó escapar una sonrisa mientras se la guardaba en el bolsillo del pantalón.

- No me creerías.

Si le hubiera dicho entonces que esa llave la había conseguido él mismo, que la había robado de un bolsillo que no era suyo con una discreción que ni el mejor de los ladrones, probablemente se lo habría tomado como una broma ofensiva o, tal vez, se la habría quitado de las manos reclamando lo suyo. No quería saberlo.

- De acuerdo – prosiguió Jaejoong con el ceño algo fruncido - ¿Cómo se que esto no es una trampa?
- ¿Una trampa? ¿Para qué?
- Para…no sé. Para ver si me escaparía.
- ¿No es natural que sea así? ¿Quién se quedaría aquí teniendo la llave de la puerta en la mano? El que prefiera quedarse aquí en vez de largarse es porque realmente necesita un loquero. Fíate de mí – le pidió Changmin antes de dejarle añadir nada más
- Vale pero fíate tú también de mí.
- Claro que me fío de…

Changmin llevó su mirada a la mano que Jaejoong mantenía entre ambos, con posición de esperar recibir algo.

- La llave – le pidió con simpleza – Te fías de mí. Dame día, hora, lugar para encontrarnos pero déjame la llave hasta entonces.
- Pero…
- No te fías.

Jaejoong bajó la mano y torció una sonrisa.

- Piensas que me voy a largar sin ti. Cierto, podría, con la llave podría, no necesitaría tu ayuda pero se trata de confiar en el otro ¿No? – se explicó Jaejoong mientras parecía echarle algo en cara – Solo tienes que fiarte de que yo no me largue solo, yo tengo que fiarme de ti aun cuando no te conozco. No sé a qué viene que me pidas la ayuda a mí, no soy el único que se conoce el edificio ni tampoco el único que quiere salir de aquí. Le vas a un mendigo con una bolsa de dinero y le quieres hacer creer que no vas con segundas ¿No pides tú más confianza?

Changmin bajó la mirada pensativo. Jaejoong tenía razón pero también era verdad que no le recordaba y que el fallarle no le iba a provocar remordimiento alguno. Por otro lado aunque escapara sin él podría seguirlo con permiso solicitado, pero era demasiado arriesgado no dar con él, ni siquiera se había planteado a donde podría ir y estaba seguro de que él tampoco.

- ¿Sí o no?- insistió Jaejoong.
- Esta bien –dijo Changmin asintiendo levemente con la cabeza mientras sacaba la llave de su bolsillo no tardando en ver la mano de Jaejoong de nuevo entre ellos - Esta noche, a las doce y media, en tu habitación.
- Anotado – resumió tomando la llave y echándosela al bolsillo.
- Si me fallas te buscaré hasta encontrarte y me vengaré.

Jaejoong le miró seriamente y al poco sonrió, limpiamente, contagiando a Changmin al instante por acto reflejo.

- Lo tendré en cuenta.

Changmin asintió una vez.

- Nos vemos entonces.

Jaejoong asintió con menos firmeza que él sin decir nada más y no se movió hasta que Changmin salió de la habitación. Entonces alzó la llave poniéndosela a la altura de los ojos y torció una inevitable sonrisa. No se creía del todo su suerte pero si lo pensaba de forma objetiva no tenía nada que perder. Incluso si la llave era falsa o todo era una trampa no veía que retroceso podía haber en los avances no conseguidos durante los últimos años de confinamiento en que había consistido su vida.

Guardo la llave bajo el colchón sin preocuparse demasiado en la calidad del escondite y se dirigió al baño. Al entrar se paró frente al espejo y se fijó en su propia sonrisa, aun pintada en su cara, entre confiada e incrédula.

- ¿Y a donde piensas ir?

Se preguntó casi sin esperarse su propia voz y perdió la sonrisa al no tener la menor idea sobre la respuesta. Agachó la cabeza y se imaginó saliendo de allí, pisando la acera de la calle, mirando hacia los lados y echando a suerte hacia donde caminar. Se sentía estúpido.
Entonces pensó en sus padres. Ellos le habían metido allí años atrás o eso creía. Debían estar en casa, en el hogar donde se crió. Si iba a verlos tendría entonces la oportunidad de preguntarles por qué y saber la gran razón que les impedía ir a verle.
Sentía rencor, mucho rencor, eso no podía negarlo pero tampoco podía negar que le habían dejado un vacío y una sensación de abandono que no le habían ayudado a lo largo de su estancia en aquel centro.

- No.

Se volvió a mirar al espejo y negó con la cabeza lentamente.

- No seas imbécil.

No podía ir a verlos ¿Qué pretendía?¿No durar más de un día fuera de allí? Estaba más que claro que si iba a verlos ellos le harían volver. Ellos le habían encerrado allí ¿qué les iba a llevar a no hacerlo de nuevo? “Hola papá, mamá, me he escapado ¿cómo estáis? Yo bien, intentando entender que esta pasando desde hace 4 años”.

Resopló y sonrió a su reflejo con amargura.

- ¿Robar? Porque no piensas vivir del aire ¿verdad?

Realmente no era buena idea. De las dos que había tenido era la que más posibilidades le daba de permanecer fuera pero aun así sabía que no iba a llegar muy lejos.
Se sentó en el suelo y hundió los dedos en su pelo.
Tenía una horas para tener una brillante idea.

-
-
-

Changmin pasó la goma por el último trazo dibujado sobre el papel. Volvía a dibujar una sonrisa. No era como la última. No reflejaba la felicidad sencilla de un niño sino más bien un aire de triunfo, de éxito no esperado. No sabía si realmente le agradaba. Era la sonrisa de Jaejoong pero los motivos que le hacían sonreír no le incluían a él. Era una sonrisa egoísta y pensar en ella le hacia estar cada vez menos seguro de que aquella noche le volvería a ver.
Pensó en salir antes de la hora esperada, estar junto a su puerta a medianoche cuando la última guardia hubiera echado su correspondiente ojeada al pasillo. Prefería pecar de desconfiado a ser demasiado crédulo y quedarse esperando a quien se había ido sin él.

Cerró el bloc de dibujo y fue a echarse en la cama. Necesitaba dejar de pensar, no quería planear nada que pudiera quedar echado por tierra. Lo que pudiera pasar aquella noche era totalmente imprevisible.

-
-
-

Jaejoong mordió el trozo de pan y lo bailó en la mano mientras masticaba. Tenía un nudo en el garganta y la comida parecía entrar a empujones bajando demasiado despacio hasta su estómago produciéndole un dolor molesto. Pero quería comer, tener energía para lo que la situación le exigiera aquella noche y no tener que caer en la cuenta de que el hambre para los pies.
Vio a Changmin entrar y agachó la cabeza a la vez que mordía de nuevo el pan fingiendo no haberle visto. Intuyó como se sentaba a un par de mesas de él, no tan lejos como de costumbre y tomó la cuchara moviendo el contenido del plato para centrar la mirada en algo que no fuese él. Le estaba costando mucho no mirarle. Ahora el acortar distancias con él o intercambiar miradas le parecían gestos descarados de complicidad que podían echarlo todo a perder. Estaba exagerando y lo sabía, pero los nervios no le ayudaban.

Changmin se llevó la cuchara a la boca y masticó con pausa. Él estaba teniendo menos problemas que Jaejoong para no mirarle y no porque no estuviera nervioso sino porque ya había tenido bastantes días para acostumbrarse a no dejar los ojos en él.
Le hubiera gustado entrar en su cabeza y saber en qué pensaba, si estaba dispuesto a esperarle o no. Jaejoong por su parte tenía mucho más en que pensar. El que Changmin saliera o no estaba en segundo plano. Su propia historia ya tenía demasiados cabos por atar y lo único que podía preocuparle con respecto a Changmin era que de verdad tuviera una razón para elegirlo a él para salir de allí, una razón que no le favoreciera.

Las horas pasaron lentas tras la cena. Cada uno en su habitación siguió ocupando su cabeza en sus dudas, planteando la situación de diferentes formas según lo que pudiera pasar.

A poco más de las doce Changmin se enderezó en su cama tras mirar el reloj. Eran las doce, la guardia de medianoche ya habría echo su último paseo de las últimas horas. Buscó entonces sus zapatillas y ató los cordones con tirones bruscos, recolocándose los vaqueros al ponerse en pie.
No sabía que explicación iba a dar si salía de allí sin motivo. Su cabeza pensaba a mil por hora y sin embargo lo había dejado todo en el aire.
Tomó su cartera y esenciales y se los echó al bolsillo. Se había decidido a salir en breves de la habitación.

Jaejoong permaneció tumbado en la cama cuando la puerta de la habitación fue cerrada por el guarda. Estaba ensimismado, tan metido en sus pensamientos que no se pidió prisa alguna.
¿Tenía que preparar algo? Hacía años que no veía su ropa de calle y el ir de pies a cabeza vestido de blanco inmaculado no le iba a ayudar pero esa era una de tantas cosas que no sabía como solucionar.
Se levantó, se digirió al baño y abriendo escasamente el grifo del agua fría se lavo la cara cuidando el ruido que hacia. Lo más cómodo que había encontrado para sus pies eran unas zapatillas blancas sin cordones que le hacían caminar arrastrando los pies y para entonces se dio cuenta de que no tenía nada para el frío que pudiera llevar sobre el pijama que parecía de papel.
Pero todo eso daba igual porque en pocas horas la oportunidad de salir de allí se había convertido en una escapada de corta duración. Si no conseguía seguir adelante no estaba dispuesto a volver, haría lo que sea antes de volver a vivir una vida como aquella aunque fuera acabar con todo, y no se veía triunfando, no sabía por donde empezar así que, de algún modo, se veía despidiéndose de todo, dejando su cuerpo caer al vacío desde alguna ventana que...
Abrió bruscamente los ojos, mirando a la nada pero viendo algo. Se tapó los oídos con las manos temblorosas e intentó buscarle el significado a esa sensación de vértigo que acababa de sentir en su pecho. Eso lo había visto antes, alguien que con un pie en el alfeizar de la ventana se inclinaba hacia afuera, alguien que clavaba los dedos en el marco de la ventana y lloraba...

- ¿Jaejoong?

Susurró una voz a su espalda y pestañeo saliendo bruscamente de aquel recuerdo.

- ¿Dónde es-...? Ah, estás aquí – dijo Changmin manteniendo la voz en un susurro y se detuvo en la puerta del baño, mirándole extrañado - ¿Ocurre algo?

Jaejoong le miró momentáneamente y negó con la cabeza pestañeando varias veces.

- Es... pronto... - dijo mirándolo algo más centrado – Sabía que no te fiarías de mi...
- Pensé que no estaría de más cruzar algunas palabras antes de lanzarnos – mintió Changmin – Alguna idea, consejo, no sé.
- Se silencioso y ante todo haz lo que yo te diga...
- Eso pienso hacer.
- Empezando por venir a las doce y media si a esa hora planeábamos vernos.
- Lo siento...

Jaejoong tomó aire y lo soltó largamente.

- Si ahora entra alguien lo primero que ve es a ti hablando conmigo.

Changmin echó un vistazo a la puerta y seguidamente pasó al baño pegando la espalda a la pared del fondo.

- ¿Aún no ha pasado el guarda?
- Sí, ha pasado, pero basta que hoy sea imprescindible que no pase por segunda vez para que lo haga.
- Eres bastante negativo, no te recordaba así.

Jaejoong le fulminó con la mirada y Changmin la bajó casi al mismo tiempo.

- Yo no me recuerdo optimista en ningún momento de mi vida – dijo Jaejoong con tono cortante sin abandonar los susurros – No sé como de cómoda ha sido tu vida pero la mía no me ha hecho ver nada como algo fácil.

Dicho ésto se dirigió a la habitación y cogió la llave maestra. Changmin le siguió sin pasar mas allá de la puerta del baño.

- Mi vida tampoco ha sido fácil, pero creo que no tan difícil como la tuya – dijo a modo de disculpa.
- ¿Vamos? - le preguntó Jaejoong sin hacer caso de lo que acababa de oír.
- Vamos.

9 comentarios:

  1. Me encanto! Espero que puedan salir de ese lugar.

    Esperare ver que pasa:D

    ResponderEliminar
  2. Despues de los nervios de leer el capitulo nuevo...

    Madre mia, es impresionante lo que cambia la personalidad de Jae, cuando conocio a ChangMin la primera vez se vio alegre y optimista pero ahora es mucho mas serio y pesimista, contando tambien que su vuelta al mundo real no ha sido facil, y se ha encontrado con un nuevo inquilino en su vida q le miente pero tiene un dibujo suyo y ademas todos le hablan de el.

    Tambien me sorprende lo rapido q ha actuado ChangMin, ha decidido pronto coger y decirle al otro de largarse de alli, lo que me lleva a pensar q es lo q tiene realmente planeado o si simplemente lo quiere es cumplir uno de los sueños de Jae en salir de alli. Me pone neviosa que puedan haber ahora xD

    No sabes lo impotente q termino sintiendome cuando nadie le dice a Jae nada, el pobre solo quiere saber...aunk claro viendo sus reacciones...u_ú

    Por otro lado Yunho q ya tal y como se ve parece que un dia reviente y le suelta delante de sus narices todo lo q ha olvidado.Pero claro Jae ya tuvo un recuerdo y justo es el del dia q conocio a ChangMin...le terminara recordando? Espero que sii T.T

    Me intriga muchisimo a donde llevaras el fic y que pasara conlos personajes...vamos q de nuevo me quedare sin uñas xD

    Esperare al siguiente porq la intriga creceeeee

    Atte. Lessien

    pd: merecio la pena esperar todo este tiempo ^^

    ResponderEliminar
  3. Me da mucho miedo este Jae tan distinto al Jae que conocimos en un principio salvando a Changmin y dándole motivos para que ría y vuelva a tener una vida llena de color, su cabeza trabaja de tal forma que le borra la vida y sentimientos? no, no, me niego a pensar eso, Jae ama a Changmin aunque no lo recuerde por ahora, pero ya hubo un soplo, el recuerdo más preciado, su primer encuentro con Min! Eso es bastante.

    Sin embargo y pese a todo esta situación ha hecho que Changmin haga planes, piense en qué hacer, está tomando la batuta de su vida y sus decisiones cosa que antes no tenía ganas ni de intentarlo y gracias a Jaejoong.

    Jaejoong llegó a Changmin en el momento justo, Jaejoong le ha salvado la vida en más de un sentido y sólo eso hace que Changmin lo ame más.

    Es muy compleja la situación de Jae y es entendible que nadie le diga nada de su vida, aunque realmente ya no estoy tan segura si ocultarle y esperar a que él recuerde sea lo más indicado, su mente lo protege pero debe haber algo, algo que evite que esto siga ocurriendo, quizás el hablarle para que encare las cosas lo ayude ó quizás le haga olvidar más cosas... la mente humana es tan compleja con una gran cantidad de posibilidades.

    Y al fin, al fin están tan cerca de irse, por favor que lo logren ellos necesitan una oportunidad, Jae y Changmin merecen una oportunidad lejos de tanta locura, lejos de tanto encierro.

    Mey gracias, mil gracias, sabía que este capítulo sería igual de excelente que cada uno de los 14 anteriores, mi historia maravillosa al fin ha continuado y ahora resta seguir junto a ti como siempre.

    Siempre es un placer leerte y esperarte el tiempo que sea necesario.

    Felicidades, besos.

    ResponderEliminar
  4. wow.... pero q capitulo.... todo es tan confuso, distinto y rapido a lo pasado....

    Deberia sentirme muy sorprendida por el super cambio q a dado Jaejoong hacia... todo! no es ni la sombra de jovialidad, optimismo, alegria que sola ser cuando conocio a Changmin.... pero si hay algo q me dgoy cuenta es q, desde antes JAe era igual con Yunho y con su medido.... asi de frio y distante, es como si solo con Changmin fuera verdaderamente el... ahora las cosas han cambiado tanto.... Changmin es solo 'alguien mas q lo engaña' y duele xk.... x un lado creo q deberian decirle toda la verdad y ver como reacciona, pero x otro lado creo q sin 'pruebas' el no llegaria a creer nada de lo que dicen y terminaria enloqueciendo mas o encerrandose mas en su mundo... Lleva tant tiempo en ese lugar q al tener la oportunidad de salir no se le nota emocionado, se podria decir.

    Y Changmin.... me da tristeza ver en lo que se han concertido sus vidas. Pero no creo q este sea el mejor momento para intentar escapar, Jae no lo quiere ni tener cerca, no lo considera ni amigo y si logran escapar, sera tan dificil la convivencia fuera de alli, q pasa si lo quiere deijar luego y seguir su camino solo, etc.

    El escape me da una mala espina D: espero estar equivocada. Muchas gracias x el nuevo capitulo Mey ^___^ nos quedamos con la intriga hasta el otro capitulo ><

    ResponderEliminar
  5. Antes que todo gracias por actualizar mey ^^ , lo estuve esperando por un buen tiempo .
    Me gusto el capitulo , pero me dolio mas aun si escuchas for you como fondo :__; , me dolio oomo a cambiado JJ , el de antes y el de ahora no se compara en nada , o es que quizas fue asi antes pero no con changmin , no se . Y changmin me da pena que este asi , verlo tan dolido por esta situacion . Changmin has hasta lo imposible para que te recuerde .

    Mil Gracias y actualiza pronto por favor ^*^


    ResponderEliminar
  6. Waaaaaaaaaaaaaaa soy feliz como una lombriz n.n gracias de verdad gracias por esta continuación no sabes como te amo waaa siento ganas de llorar con Changmin pensar que se besaban abrazaban T-T snff esperare conti pliiiiiis gracias n.n

    ResponderEliminar
  7. No llegué a la premier T_T aparte de que estaba indeciso si lo leía hoy o no ya que son las 3:20 am XD, pero con esto ya te abras dado cuenta de que tomé la mejor decisión, independientemente de todo y para mi gusto debo decirte que tu escritura sofisticada me gusta mucho (realmente cuando te digo que me gusta como te desenvuelves como autora en el fic debes de creerme, si no lloro) y volviendo a la temática debo hacerte una reverencia y felicitarte ya que fuiste una de mis primeras inspiraciones (si no es que la mera primera) para animarme a escribir y tratar de entretener con lectura igual como lo haces tu...

    Una vez más felicidades.

    ~Jesús de Hamasaki

    ResponderEliminar
  8. por favooor Diositoooo!!! haz que Jae y Cm logren huir! te lo suplicoooo ellos merecen ser felices ya han sufrido muchoooo! :/

    ResponderEliminar
  9. Don varias cosas y el no poder ver a traves de ellas jae esta recordando en pequeño y entiendo su posición la primer vez que se vieron jae había avanzado un poco ahora con todo esto ha regtesio ado por completo entonces tienen esa acyitud y el dhecho de no saber de no sentirse dueño de su vida disculpa por la ortografía estoy en el celular y aun no me acostumbro a la pantalla táctil jajajaj solo quiero agradecerte este fue uno de los primeros minjae que leí y de los que me sedujo a shipear jaemin y no concebía la idea de que se quedase incompleto así que yay! Me paso a leer loa otros de corrido que esto esta buenísimo

    ResponderEliminar